Concebida como uno de los lugares más sublimes del culto Chibcha, Colombia cuenta quizá, con uno de los lugares místicos más codiciados en tiempos de la conquista y que a su vez, dio vida a una de las leyendas más famosas de la historia: La Leyenda del Dorado… Guatavita, el anfiteatro natural más importante del Departamento de Cundinamarca, alberga el misticismo de los rituales de aquella cultura indígena que brindaba en ofrenda toda la fantasía y esplendor de su delicado y detallado trabajo de orfebrería en oro, como un especial agasajo a la diosa del agua Chie, luego de que el Cacique fuese sumergido en una barca junto a cuatro sacerdotes y con él, un sin número de invaluables piezas de oro, emprendían entonces el viaje sin retorno para el encuentro con su diosa y así, poder entregarle aquellos símbolos de adoración.
El Dorado, el ritual chibcha llevado a cabo en las profundas aguas de la Laguna de Guatavita, pronto se convertiría en fuerte blanco de la codicia de la corona española y así, luego de incesables expediciones dedicadas a la búsqueda y extracción del oro sumergido en la profundad de la laguna, cuenta la leyenda que los expedicionarios y conquistadores españoles consiguieron obtener alrededor de 14 cargas de oro, extraídas de sus aguas y llevadas a tierras extranjeras para cambiar su valor inmaterial y convertirlas en piezas de riqueza pura, de ostentosidad y lujo.
Ubicada a 3.100 msnm, la Laguna de Guatavita corresponde actualmente a uno de los santuarios naturales y culturales más importantes y reconocidos no sólo del Departamento, sino de la nación; basta tan sólo un recorrido de 57 km desde la ciudad de Bogotá, para observar la majestuosidad que resguardó un sinnúmero de estatuillas como los Tunjos y otras figuras representativas de una de las culturas precolombinas de mayor relevancia en la historia nacional; entre tanto y magistralmente ubicada entre las montañas, la Laguna de Guatavita hace parte de la cadena de Parques Naturales de Colombia, bajo la denominación oficial de Parque Natural Laguna del Cacique Guatavita, rodeada por los territorios correspondientes a Guatavita, Sesquilé y Suesca, con una temperatura que oscila entre los 9º C y los 10º C.
Como parte del turismo contemplativo, tanto nativos como extranjeros, tienen la oportunidad de disfrutar de una enriquecedora caminata que conduce a la Laguna, mientras se vislumbra en el camino… Una réplica del santuario chibcha, denominada Chunzua o casa ceremonial; elemento que permite recrear el encanto de los rituales que por aquella época se realizaban y hoy por hoy, hacen parte del patrimonio inmaterial colombiano. Actualmente y pese a que en cantidad no corresponden a los saqueados por los españoles, el Banco de la República consiguió resguardar algunas de las invaluables piezas en oro, incluyendo la famosa Balsa Muisca, figura que representa la cúspide de los rituales indígenas en aguas de la Laguna de Guatavita; todas resguardadas y expuestas dentro del Museo del Oro de Bogotá; sin lugar a duda una colección que permite apreciar las representativas manualidades de la cultura precolombina.
Entre tanto y pese a que no es posible conseguir una elaborada infraestructura para el hospedaje frente a la laguna; es posible acampar dentro de los lugares privados aledaños a la misma; además, pese a que la fauna y flora no son muy abundantes por el sector, será posible reconocer algunas especies como zorros o mirlas de páramo; así como también, curubos silvestres o frailejones, entre otros; cabe mencionar que, existe un costo para el ingreso al santuario natural, ofrenda que valdrá la pena pagar, con un único fin… Poder descubrir la incalculable majestuosidad de la naturaleza fundida con la cultura indígena que hasta entonces, consiguió despertar la fascinación del mundo y que aunque en la actualidad no se haya conservado materialmente intacta, su esencia quedará fijada en aquellos que se permitan un sublime encuentro con Chie, bajo aguas inagotables que enmarcan la historia de una leyenda que aún se conserva viva… La Leyenda del Dorado.
