Extendiendo el mundo de la literatura, la Casa Librería “Wilborada 1047” ofrece una acogedora e intelectual experiencia, a través del disfrute de una de las experiencias que han permitido transmitir la historia de la humanidad desde tiempos memorables… La lectura. Traspasando las fronteras culturales; para el año 2014, su fundadora y directora Yolanda Auza, da la apertura de este espacio enriquecido con algunas de las más selectas colecciones, plasmadas en los cientos de volúmenes que allí se encuentran, cobijados bajo la particular historia de la edificación que hoy celosamente les resguarda…
1047, corresponde el año que Auza tomó como referencia investigativa en búsqueda del nombre de lo que hoy por hoy es su sueño literario; para esta curiosamente ingeniera de sistemas y ahora pensionada, el observar por un momento la dirección del lugar, le permitió mágicamente recurrir a los hitos de la historia medieval, encontrando entonces la destacada biografía de Wilborada.
Santa Vilborada de Saint Gall, es conocida como la primera mujer canonizada por el Vaticano y 1047 es el año en dónde ocurre tan solemne evento; nacida en una noble familia Suiza, durante los inicios de su vida, Wilborada se dedicó al arte del tejido y a su vez, a la encuadernación de muchos de los libros que fueron parte de la gran Biblioteca de la Abadía de Saint Gall en Suiza; establecida en el monasterio, sería acusada de algún tipo de falta por lo cual decide seguir la doctrina del Ascetismo, llevando una vida lejos de los placeres materiales y buscando siempre la purificación del espíritu. Entre tanto, su trágico final estaría marcado quizá por una de sus más populares predicciones… La invasión húngara le arrebataría de manera violenta la austera vida que llevaba; sin embargo y tras su advertencia, muchos de los tesoros literarios de una de las actuales bibliotecas patrimonio de la humanidad, fueron salvaguardados por los religiosos que huyeron del lugar; Santa Vilborada, fue asesinada a sangre fría en territorio de Saint Gall, dentro de la celda donde residía… Desde aquel entonces, se le conoce como la patrona de los libreros y las librerías.
Conociendo parte de la gran historia que traía aquel 1047, Yolanda Auza da paso a la adquisición del inmueble que data del año 1943 y que cuenta con 300 m2, éste se encuentra ubicado en el sector de Chapinero, dentro de lo que actualmente se conoce como Quinta Camacho. Bajo una restauración fiel a su estructura y a la norma que deriva de dicha actividad arquitectónica; la Casa Librería comprende tres niveles, dentro de los cuales fue adaptado el garaje como entrada principal, conservando los espacios interiores para albergar una mística y tradicional área de lectura, que brinda cálidas sensaciones debido al uso de los muebles conservados de la época y que permiten en simultánea, disfrutar del fresco aroma del café que allí se brinda, como parte de la alianza entre la Casa Librería “Wilborada 1047” y el proyecto de Café Cultor, más aun la experiencia no termina aquí… En el segundo nivel, es posible encontrar la exhibición de aproximadamente doce mil volúmenes, agrupados en ocho mil títulos y escogidos fielmente bajo la asesoría de un selecto grupo que hoy por hoy acompaña a su fundadora en materia temática; hecho que permitió realizar una división temática dentro del recinto, encontrándose así aspectos de tinte artístico, fotográfico, gastronómico, musical y arquitectónico, cuya denominación “El disfrute de los sentidos’ acierta fácilmente con las temáticas aquí encontradas; en suma, la Casa Librería no solo ofrece espacios para gustosos del conocimiento, también los niños, jóvenes y adultos mayores pueden encontrar alguna temática de interés; así como en el ático, en donde es posible encontrar desde novela gráfica hasta cómics.
Dentro de su programación, la Casa Librería “Wilborada 1047” pretende ofrecer mes a mes una programación y temática distinta, con el fin de generar nuevos espacios que salgan del imaginario de la rutina lectora y emprender así, viajes por el conocimiento con espacios como la denominada “Lectura para locos bajitos”, un espacio infantil que estimule el aprendizaje en los niños a través de los buenos hábitos lectores, sumada a “La generación de los ‘hippies’ y sus papás’, otro espacio esta vez dirigido al adulto mayor, con el fin de brindar encuentros generacionales que enriquezcan culturalmente a sus asistentes.
Luego de su visita a la Biblioteca de la Abadía de Saint Gallen; Auza retoma la expresión “La botica para el alma”, encontrada dentro de un medallón y escrita en griego en la puerta de aquella edificación que hoy por hoy, rinde un tributo al misticismo con el que los egipcios denominaron los recintos bibliotecarios para su época y que ahora, hace parte del lema con el que la Casa Librería “Wilborada 1047” atrapa a transeúntes lectores que se dejan encantar por los aromas de la historia, las artes, la cultura y los espacios que esta brinda.
Yolanda Auza, una bogotana que le apostó fielmente a contribuir al enriquecimiento de los nuevos espacios culturales de la ciudad, orgullosa de gestionar el sueño que tuvo en mente por más de una década, hoy le brinda no sólo a residentes sino también a extranjeros, una experiencia bilingüe, evocando la magia del conocimiento… Con la botica para el alma…